Por la investigación del síndrome de RETT.

"Porque todas las princesas merecen un final feliz".


jueves, 17 de abril de 2014

Las Paces con el Cielo

Lunes Santo, estamos en Málaga, los chicos de VerbeRett han querido que les acompañe en su día y para mi es un honor aunque se me hace muy difícil, he culpado al mismísimo Dios por lo que le pasa a mi princesa, mi fe brilla por su ausencia y ahora portaré el Trono de su Madre Maria, intentaré estar a la altura y así poder devolverles todo lo que hacen por mi hija Martina, les escucho atentamente hablando de las marchas, de los varales nuevos, de como estamos tallados, de si yo voy en un sitio u otro, miro a mi José y con su mirada me sonríe igual que muchas veces me hace mi niña, no sabe la calma que me da, él y Triqui que están pendiente de mi mujer y de mis hijas siempre.

Es el momento, me entregan la túnica tiene el color de la Esperanza, un verde que creo que le sienta bien a todo el mundo, es precioso, me la pongo y siento un peso enorme en los hombros, el de la responsabilidad, el del respeto, el de la fe, mis sentimientos se mezclan, mis pensamientos se contradicen y siento la gran necesidad de salir corriendo me giro y mis ojos se encuentran con los de Antonio quien me ajusta la cuerda de la cintura (Cíngulo Dorado) me da un abrazo como el de un padre y me desea suerte.

Ocupamos puesto, estamos debajo del manto,somos los Hombres de Trono del Manto de la Virgen de Gracia y Esperanza. Somos los únicos que vestimos Túnicas, no se nos ve y nosotros apenas vemos nada. Una vez colocado en mi sitio vienen a mi encuentro todos y cada uno de ellos para desearme suerte y fundirnos en un abrazo, cuando me separo de José me dice que la mire y que le pida que Ella es muy especial, al ver el cuadro puesto con la imagen de su cara empiezo a temblar y a derramar las primeras lagrimas y le digo a que no le voy a pedir que le voy a dar las gracias por poder ver las caras de mis hijas todos los días y que mi mujer y yo tengamos salud para poder cuidar de ellas.

Marchamos por las calles de Málaga y suena la marcha Mater Mea, la Virgen se Eleva y a mi se me cae el alma a los pies, esta marcha es la que bailó Sara en VerbeRett para Martina, para todas las princesas Rett. Que cerquita te sentimos Sara.


El Lunes Santo ha sido un día muy especial, porque junto aquellos varales me puse en Paz con el cielo, derrame mucha desolación en forma de lagrimas y vi que el mundo no lo dirige el dinero ni el poder, sino el amor, hermanos que son capaces de portar el peso y el dolor de personas que eran ajenas a ellos pero que acogen y cuidan como a su propia familia.

A LOS HOMBRES DE TRONO DE VERBERETT
¡¡¡ GRACIAS !!!






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